Su historia comenzó en los primeros años de los ochenta con V8, banda que fundó junto a Ricardo “Chofa” Moreno. Desde el bajo, Iorio forjó el sonido y el mensaje de una agrupación que se convirtió en leyenda y en símbolo de rebeldía. Tras la disolución de V8 en 1987, no tardó en reinventarse: en 1988 nació Hermética, su proyecto más emblemático, donde asumió el rol de principal compositor y autor de las letras, además de cantar ocasionalmente. La banda alcanzó un impacto masivo, llevando el metal a un público que se reconocía en sus letras cargadas de identidad, orgullo y realismo social.
Luego de la separación de Hermética en 1994, Iorio dio vida a Almafuerte, consolidando definitivamente su figura como cantante y líder. Con esta formación publicó una extensa discografía y llevó su mensaje a todos los rincones del país, combinando la fuerza del metal con la raíz criolla. En 2002 dejó el bajo para centrarse en la voz, y en 2016 anunció la disolución definitiva de la banda siguiendo con su carrera solista.
Ricardo Iorio fue, sin dudas, un artista con una visión única: polémico, auténtico y profundamente comprometido con su tiempo. Su legado trasciende géneros y generaciones. Hoy, su nombre resuena en cada canción, en cada verso que habla de identidad, lucha y pertenencia.
El metal argentino le debe su pluma y su voz más poderosa.






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