El 21 de noviembre de 1999, la escena del metal europeo fue sacudida por la llegada de Ecliptica, el álbum debut de los finlandeses Sonata Arctica. Con este lanzamiento, la banda irrumpió con fuerza en el panorama del power metal melódico, aportando frescura, velocidad y un estilo profundamente emotivo que pronto conquistaría a una audiencia global.
Compuesto íntegramente por Tony Kakko, Ecliptica trazó desde el primer día el ADN sonoro del grupo “FullMoon” y “Replica” se convirtieron rápidamente en himnos, destacando por su energía, su pulso rápido y sus líneas vocales memorables.
Este disco también marcó una particularidad histórica dentro de la formación: Ecliptica es el único trabajo en el que participa el bajista Janne Kivilahti, quien dejó la banda poco después de la grabación. Su sonido, sin embargo, quedó registrado en un álbum que muchos fans consideran una obra fundacional del power metal moderno.
A lo largo de los años, el prestigio de Ecliptica no hizo más que crecer, convirtiéndose en un clásico instantáneo y en una referencia obligada para entender la evolución del género durante el cambio de milenio. Con este debut, Sonata Arctica no solo presentó su identidad, sino que también abrió una nueva senda para el metal melódico del norte de Europa
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