U2: El 360º Tour desembarca en la Argentina.

Los números son ampulosos y exagerados como todo lo que rodea a U2, al fin y al cabo una de las pocas marcas dentro del universo del espectáculo con capacidad de innovar en lo que a entretenimiento en vivo se refiere. Más de un millar de operarios trabajando a destajo en el Estadio Único de La Plata para montar La Garra, como se ha bautizado al escenario-nave que contendrá a los irlandeses este miércoles, con sus 180 toneladas de peso y sus casi 30 metros de altura; 400 metros de pantalla cilíndrica que, desplegada, puede llegar a más de mil metros de leds ; mil agentes de seguridad, entre privados y de la Policía, asignados a la organización de tres noches que implicarán una marca difícil de superar en términos de grandilocuencia en vivo exhibida en Argentina. Quedan pocos nombres capaces de semejante muestra de magnificencia audiovisual en el showbizz global: Madonna, AC/DC, quizá los Stones y unos pocos más. Lo saben los más de 75 mil fans chilenos de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen que vieron el inicio de la sección sudamericana de la gira 360º el viernes pasado, y lo tienen claro los adelantados argentinos que ya este lunes hacían guardia y acampe en la puerta del estadio de La Plata con el objetivo de ocupar el círculo más cercano al escenario en el recital de mañana. Con 35 años de existencia y 190 millones de discos vendidos, está claro que la tercera visita de U2 (las otras dos ocurrieron en 1998 y en 2006 en River) no deparará sorpresas en terreno musical: la lista es un paseo a través de 25 piezas emblemáticas, y si en Chile hubo homenaje a Violeta Parra y Victor Jara, es de esperar alguna analogía local quizás para interpretar algo de Mercedes Sosa. Habrá que ver si el globalismo bien entendido de Bono produce el guiño.