jueves, 23 de octubre de 2014

Miguel Roldán (LOGOS) ,Cuenta como escribió “Ven a la Eternidad”

La letra de “Ven a la Eternidad” surgió a partir de un “intercambio de opiniones” con un co-pastor de la iglesia donde yo asistía, donde también estuve tocando un par de años. Él me decía que si yo quería hacer música para llegar a los “jóvenes” con un mensaje distinto, no debería verme igual a ellos, es decir, con pelo largo, remeras de rock, campera de cuero, etc., sino marcar la diferencia. Hay que tener en cuenta que esto sucedió hace veinticinco años atrás, y en aquella época no había la apertura mental que hoy existe en las iglesias. Lo cierto es que yo no estaba de acuerdo con su forma de pensar, y rebatía sus argumentos diciéndole que si Jesús anduviese hoy por las calles se vestiría con remera y jeans como cualquier persona, y que la diferencia con los demás se pondría en manifiesto al cruzar unas pocas palabras con Él. 
Volví a mi casa pensando en esa discusión (por decirlo de algún modo) y comencé a imaginarme que le diría Jesús a un metalero si se lo encontrara por la calle. Entonces comencé a escribir una letra que no me llevó más de media hora. “Sé que estás harto de sentirte solo entre tanta gente…” Cansado de que no te entiendan. Solo entre tanta gente por sentirte diferente… Luego imaginándome a Jesús como un amigo que “mendiga pidiendo dar amor” continué escribiendo: “Pero podés confiar en mí, adonde vayas estaré esperándote…”
De manera inconsciente el estribillo terminaría potenciando la canción uniendo dos aspectos fundamentales al mismo tiempo:
1) Melodía de máximo reposo, abierta y de pocas notas.
2) Punto trascendental de la letra en cuanto al mensaje.
La melodía del estribillo la tenía dando vueltas en mi cabeza todo el tiempo… en el colectivo, caminando por la calle, etc. pero al llegar a mi casa siempre me la olvidaba (hoy utilizo una técnica que me permite recordar una melodía en cualquier momento, si quieren después se las paso) Ese día me vino a la cabeza mientras escribía la letra, y lo demás fue simplemente acomodar todo a esa melodía inicial. Por lo general, la idea originaria termina siendo siempre lo más importante de una canción, lo cual significa que si se nos ocurre una buena frase o un buen riff, deberíamos esforzarnos en encontrar una mejor idea para el estribillo. Cabe señalar que ese tema lo compuse antes de comenzar con Logos y fue puesto en duda para añadirlo a nuestro repertorio, al igual que “Memorias del Continente Nuestro”. Un abrazo!
LOGOS en vivo en Santa Fé 1997 -La Máquina Rock Festival

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