El 14 de octubre de 1985, Iron Maiden lanzaba Live After Death, un álbum doble en vivo que capturó la esencia más poderosa de la banda británica durante su apoteósica World Slavery Tour.
El disco fue grabado a lo largo de varios conciertos realizados en el Hammersmith Odeon de Londres y en el Long Beach Arena de California, Estados Unidos. El resultado fue una obra monumental que condensó toda la energía, la precisión y el misticismo que Iron Maiden desplegaba sobre los escenarios en uno de los momentos más brillantes de su carrera.
Live After Death marcó además un hito: fue el primer álbum en vivo oficial de la banda, tras el lanzamiento del EP Maiden Japan. Con una producción impecable, una interpretación feroz y un público que se entrega como un coro de almas poseídas por el metal, el álbum se convirtió rápidamente en un testimonio sonoro de la grandeza de Maiden.
Cuatro décadas después, sigue siendo más que un registro en directo: es una declaración de inmortalidad, un documento que mantiene viva la llama del heavy metal y el legado de una banda que, en 1985, ya había alcanzado la eternidad
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