Más de 35mil espectadores vibraron anoche con las emblemáticas bandas inglesas Judas Priest y Whitesnake, en el estadio de Racing Club.Judas Priest, liderada por el vocalista Rob Halford, ofreció un repertorio que incluyó,clasicos de la banda en su gira mundial de despedida, denominada "Epitaph".
La muchedumbre, en tanto, enloqueció con los gritos de Halford, pero también con juegos de luces, rayos laser y bocanadas de fuego que acompañaban los temas más exitosos, como el frenético "Breaking the law".
La banda ofreció un repaso de su quincena de discos de estudio, en un show en el que no podía faltar "Painkiller", un tema por el cual muchos fans seguramente pagaron la entrada.
"Living after midnight" fue de otros de los hits,en un concierto que incluyó un infalible paseo de Halford en moto por el escenario para enloquecer a los más fanáticos.
El vocalista se despidió del público envuelto en una bandera argentina, que terminó besando, e incluso haciendo alarde de su voz al cabo de dos horas y 20 de magnífico espectáculo.
Antes de Judas Priest, otro grupo legendario como Whitesnake, había tocado durante una hora y 20 minutos los temas de su último disco, "Forevermore", aunque tampoco faltaron otros temas históricos.
La banda que encabeza David Coverdale hizo delirar a la multitud con "Is this love", "Here I go again" y "Still in the night", antes de cederle el dentro de la escena a Judas Priest.Para el final, Whitesnake se despidió del público con "Burn", un éxito de Deep Purple.
Como teloneros, antes del plato fuerte, tocaron los grupos nacionales Lovorne y Tren Loco.
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