El recital del Indio Solari en el hipódromo local, reunió a unas 80 mil almas,el grueso del público llegó a primera hora del sábado, pero los tandilenses se acostumbraron desde el jueves a una postal poco común: chicas y chicos caminando por las calles con la remera del ídolo. Muchos de los visitantes acamparon en las afueras del predio, en la plaza frente a la terminal de micros o en las afueras de la ciudad.
La plaza hotelera fue sobrepasada y no quedaba nada disponible desde hacía dos meses. Los cinco campings de los alrededores se vieron desbordados. Y lo mismo sucedió con las casas inscriptas en un registro inmobiliario habilitado para la ocasión: todas fueron alquiladas, a un valor que oscilaba de los 400 a 600 pesos la noche. Hasta localidades vecinas –Olavarría, Azul y Balcarce– quedaron al borde de su capacidad. Semejante fenómeno duplicó a la cantidad de gente que visita la zona en Semana Santa, uno de los momentos del año con mayor afluencia de turistas. El paisaje serrano amaneció "sitiado" por las huestes ricoteras, que multiplicaron el nivel de venta de los comercios locales. Algunos vecinos aprovecharon la ocasión para improvisar parrillas y vender cerveza.
Los fanáticos debieron esperar más de media hora para el comienzo del show, aunque la espera fue matizada con fuegos artificiales y bengalas de humo, como asi también el despliegue de las banderas.
Finalmente el Indio saltó al escenario a las 21.50 y tras la presentación de la banda abrió el fuego con un clásico de Manal “Jugo de tomate frío”, lo que provocó el estallido de la multitud que comenzó a corear la canción.
Con un show brillante en cuanto a despliegue, el músico se lució ante su fiel público que recorre miles de kilómetros para acompañarlo en cada una de sus presentaciones.
La plaza hotelera fue sobrepasada y no quedaba nada disponible desde hacía dos meses. Los cinco campings de los alrededores se vieron desbordados. Y lo mismo sucedió con las casas inscriptas en un registro inmobiliario habilitado para la ocasión: todas fueron alquiladas, a un valor que oscilaba de los 400 a 600 pesos la noche. Hasta localidades vecinas –Olavarría, Azul y Balcarce– quedaron al borde de su capacidad. Semejante fenómeno duplicó a la cantidad de gente que visita la zona en Semana Santa, uno de los momentos del año con mayor afluencia de turistas. El paisaje serrano amaneció "sitiado" por las huestes ricoteras, que multiplicaron el nivel de venta de los comercios locales. Algunos vecinos aprovecharon la ocasión para improvisar parrillas y vender cerveza.
Los fanáticos debieron esperar más de media hora para el comienzo del show, aunque la espera fue matizada con fuegos artificiales y bengalas de humo, como asi también el despliegue de las banderas.
Finalmente el Indio saltó al escenario a las 21.50 y tras la presentación de la banda abrió el fuego con un clásico de Manal “Jugo de tomate frío”, lo que provocó el estallido de la multitud que comenzó a corear la canción.
Con un show brillante en cuanto a despliegue, el músico se lució ante su fiel público que recorre miles de kilómetros para acompañarlo en cada una de sus presentaciones.
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