Lars Ulrich. El músico publicó una carta en el Facebook de su banda en donde se reconoce como un gran fanático de su carrera y lo recuerda con mucho cariño.
’La primera vez que te vi fue con Elf, teloneando a Deep Purple en 1975, yo estaba completamente impactado por el poder de tu voz, tu presencia en el escenario, tu confianza y la facilidad con la que te conectabas con 6,000 daneses entre los que se encontraba un chiquillo soñador de 11 años, la mayoría de los cuales no estaban familiarizados con la música de Elf’’, dice parte de la carta del baterista de Metallica.
En otro pasaje de la misiva Lars recuerda lo humilde que era el fallecido cantante. ‘’En el otoño de 1976, cuando tocaste por primera vez en Copenhague, estaba literalmente en la primera fila y recuerdo que hicimos contacto con los ojos un par de veces y me hiciste sentir la persona más importante en el mundo. Nos enteramos que se quedarían en la ciudad en su día libre y de alguna manera me propuse en mi cabeza peregrinar hasta el hotel Plaza para ver si nos podíamos tomar una foto, un autógrafo, un momento y nada más.
Unas horas más tarde saliste y fuiste tan amable y cariñoso ... nos tomamos fotos, firmaste autógrafos y compartimos algunos minutos de bromas casuales. Yo estaba en la cima del mundo, inspirado y listo para cualquier cosa’’, finaliza la sentida carta enviada por el
’La primera vez que te vi fue con Elf, teloneando a Deep Purple en 1975, yo estaba completamente impactado por el poder de tu voz, tu presencia en el escenario, tu confianza y la facilidad con la que te conectabas con 6,000 daneses entre los que se encontraba un chiquillo soñador de 11 años, la mayoría de los cuales no estaban familiarizados con la música de Elf’’, dice parte de la carta del baterista de Metallica.
En otro pasaje de la misiva Lars recuerda lo humilde que era el fallecido cantante. ‘’En el otoño de 1976, cuando tocaste por primera vez en Copenhague, estaba literalmente en la primera fila y recuerdo que hicimos contacto con los ojos un par de veces y me hiciste sentir la persona más importante en el mundo. Nos enteramos que se quedarían en la ciudad en su día libre y de alguna manera me propuse en mi cabeza peregrinar hasta el hotel Plaza para ver si nos podíamos tomar una foto, un autógrafo, un momento y nada más.
Unas horas más tarde saliste y fuiste tan amable y cariñoso ... nos tomamos fotos, firmaste autógrafos y compartimos algunos minutos de bromas casuales. Yo estaba en la cima del mundo, inspirado y listo para cualquier cosa’’, finaliza la sentida carta enviada por el
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