En septiembre de 1972, Black Sabbath publicó Vol. 4, un disco que, pese a recibir en su momento una recepción crítica adversa, se transformó rápidamente en un nuevo triunfo comercial para la banda pionera del heavy metal. En menos de un mes alcanzó la certificación de oro en Estados Unidos, consolidando un récord impresionante: era el cuarto lanzamiento consecutivo del grupo en superar el millón de copias vendidas.
Más allá de las opiniones divididas de la crítica, Vol. 4 quedó marcado como una obra clave en la evolución de Black Sabbath. Con canciones como “Snowblind” o “Supernaut”, el álbum profundizó en los riffs pesados de Tony Iommi, el pulso inquebrantable de Geezer Butler y Bill Ward, y la voz inconfundible de Ozzy Osbourne, llevando el sonido de la banda hacia terrenos aún más oscuros y experimentales.
Cinco décadas después, Vol. 4 sigue siendo un testimonio del poder creativo de Black Sabbath en su etapa dorada, un disco que ayudó a cimentar las bases del heavy metal y que continúa inspirando a generaciones enteras de músicos y fanáticos.






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